NIÑOS DE LA CALLE
El alcoholismo un problema sin
solución en la ciudad de El Alto.
El reloj marca las seis de la
mañana, el sol refleja sus primeros rayos sobre la ciudad de El Alto, aun se
siente un intenso frío. A medida que pasan los minutos se incrementa el
movimiento de personas y vehículos. Sin embargo, en inmediaciones de la
multifuncional, de la Ceja de El Alto, un grupo de personas apenas
cubiertos con cartones y algunos harapos duermen a la intemperie, son bebedores
consuetudinarios, la mayoría jóvenes, incluso algunos adolescentes; entre ellos
David (nombre ficticio) un muchacho de apenas 17 años que hace 5 años vive en
las calles. Después de la muerte de su madre se quedó con sus tíos. Una pérdida
de dinero fue la razón para que lo echaran a la calle. Quedó solo en el mundo,
en las calles encontró a otras personas con infortunios parecidos al suyo,
ahora ellos son su familia.
David (*), señala que la primera
noche que pasó en la calle fue la más difícil de todas, tenía mucho miedo, sin
un solo centavo en el bolsillo y con el estómago crujiéndole por el hambre. Caminaba sin rumbo, nunca antes había dormido en la calle, bueno, sí, aquella
vez que el dueño de casa los echó a la calle por no pagar los alquileres, pero
eso fue cuando tenía 4 años y él estaba con su mamá.