DAÑO COLATERAL
Mientras
Manuel, estaba sumido en una profunda tristeza, para Daniela, fueron días
intensos, Freddy podía hacer de ella cuanto se le antojara. La joven jamás
había imaginado llegar a aquellos moteles de cuarta, pero la pasión era más
fuerte que la vergüenza, se entregó por completo a aquel hombre, en el plasmo
todas sus fantasías y ansias de ser “amada”.
Pero la pasión y
la atracción física no son ninguna garantía para una relación duradera. Habían
transcurrido 10 meses desde la ruptura con Manuel, una mañana Daniela, despertó
un tanto asustada, notó algo raro en su cuerpo. Al principio pensó que era lo
de siempre, pues su carácter voluble y el estrés, ocasionaban que su ciclo
menstrual se alterase con facilidad, pero estaba equivocada, un análisis
confirmo su temor, ¡¡estaba embarazada de dos meses!! ¿Cómo pudo haberme
sucedido?, se dijo. Entre los planes de la joven, jamás paso por su mente tener
un hijo, ella solía decir con cierta soberbia “prefiero a un perro, que un
hijo”, pero en fin no estaba sola, o eso creía Daniela. Por la tarde al llegar
a la habitación que habían rentado, se lo comento a Freddy, pero éste
curiosamente no dio muestras de alegría o enfado, simplemente se limitó a
guardar silencio, no dijo nada… la muchacha presentía que algo no estaba bien.