CUANDO NO TIENES OTRA OPCION QUE TRABAJAR PARA SOBRESALIR
Cuando el deseo de sobrevivencia y superacion es más fuerte que el temor a lo que dirán.
El “aparapita” (trasteador) que
lleva tarimas de un lugar a otro, gente que arma puestos de venta. La señora de
las comidas que ultima el sazón, el lustra que llega para ayudar a la señora de
los batidos, gente que va y viene en pos de ultimar detalles de su negocio. Con
los primeros rayos del sol, la feria callejera más grande de Latinoamérica se
apresta a recibir a sus visitantes.
Enclavada sobre los 4.100 m.s.m.
la zona “16 de Julio” de la ciudad altiplánica de El Alto, cobija a la feria
callejera más grande de Latinoamérica. Escenario de múltiples transacciones, que pueden
ir desde lo más sencillo, como la compra
de un dulce, hasta la transacción de vehículos último modelo.
En ese ir y venir de los mercaderes y
consumidores, surgen las niñas y niños
trabajadores que buscan, no el sustento diario, sino el sustento semanal. Y es
que muchos menores aprovechan la feria dominical para generar recursos para
satisfacer sus requerimientos más apremiantes. Niñas y niños que deben ayudar a
sus padres o a terceros en el comercio, o en su caso trabajar por cuenta
propia, para lograr unos pocos ingresos.