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sábado, 4 de enero de 2020

DAÑO COLATERAL


DAÑO COLATERAL!!                        
Por lo general la venganza te puede llevar a cometer errores que difícilmente puedes remediar, algo de eso le pasó a Daniela, una joven de agraciada figura, tez blanca y contextura delgada, que irradiaba una aparente felicidad.
Sus primeros años de vida, según recuerda fueron bastante felices, era la menor de siete hermanos, tres hombres y cuatro mujeres. Pero, al cumplir los diez años, alguien a quien admiraba le robo las ganas de vivir. El recuerdo de aquella tarde pavorosa ronda aun por su mente. Desde aquel entonces busca extirpar aquella llaga que lleva por dentro.


Como toda adolescente en el colegio se enamoró de un compañero apuesto, y el de ella, o eso creía Daniela. Mas la ilusión duro poco, pues se entero que su amado era un perfecto Casanova y según supo, ella era la última chica de del colegio a la que él podría considerar para algo serio. Aquello aumento su desconfianza por los hombres y un sentimiento de culpa se apodero de ella.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

SENKATA





SENKATA NOVIEMBRE 2019.

Lo vivido en el mes de noviembre de 2019 en la zona de Senkata de la ciudad de la ciudad de El Alto, del departamento de La Paz Bolivia, es un hecho que no puede quedar en la impunidad.


domingo, 8 de diciembre de 2019

NO AL USO DEL PLASTICO


EL USO DE BOLSA DE PLÁSTICO.
 CASO MERCADO SAN JOSÉ, GESTIÓN 2019
En los últimos años la sociedad ha incrementado el interés por el bienestar del medio ambiente en el que viven. Si bien se ha tomado conciencia sobre algunos fenómenos de la vida cotidiana, como por ejemplo la contaminación de los vehículos, dejar una luz prendida, determinar una cierta temperatura en el aire acondicionado, todavía hay muchos objetos de los cuales se desconoce el impacto que tienen en el medio ambiente.
Un claro ejemplo de esto último es el uso de las bolsas de plástico, comúnmente expendidas por el mercado. Estas bolsas, además de cumplir con la función principal de trasladar objetos desde el mercado hasta la casa de cada uno, también sirven para disponer finalmente los residuos particulares. Las personas suelen especular con estas bolsas a la hora de hacerlas compras para luego poder “tirar la basura”, como normalmente se dice en el mercado de la zona.

jueves, 22 de marzo de 2012

FUTBOL, ALCOHOL Y DROGAS




De cabello mediano semi enrulado, una barba de varios días, caminaba meditando sobre la suerte que le había deparado el destino. La desdicha de la traición nuevamente había tocado su puerta. Al conocer a Fanny, Fede pensó que por fin había encontrado a su alma gemela, sin embargo pronto empezó a conocer de varias amistades masculinas de aquella mujer de apariencia modosa.


Ese sábado fatídico, Fede salió una hora antes de la oficina porque la energía se corto, fue por unas rosas, últimamente la relación con Fanny se había tornado monótona, irían a pasear, por la noche la llevaría a cenar. Me quedo por favor, anuncio, el minibús se detuvo. Tan contento iba que no se percato que había llegado a la casa de su novia; la puerta se abrió y un hombre joven salió, pregunto por ella, a lo que el hombre empezó a gritar amorcito te buscan. No quiso pedir explicaciones, simplemente dio la vuelta y empezó a caminar. Tenia que poner en orden sus ideas. La posibilidad de ser victima de una nueva traición lo tenia sumamente aturdido, así entre distraído y meditabundo llegó a un barrio humilde.

Era una cancha descuidada de la ciudad de El Alto, en medio de unas construcciones de adobe, casas pobres como sus habitantes. Unos chicos disputaban un partido de fútbol, corrían como desaforrados tras esa pelota vieja llena de remiendos. El futbol como para muchos debía ser era el único escaparate para aquellos inocentes de la miseria.

Uno, un tanto chueco, de rostro dorado por el sol, narigón y de poca estatura llamó su atención, era aquel a quien sus amigos llamaban El Chueco, hábil con la pelota, poseía una zurda mágica, manejaba el balón como malabarista, parecía un payaso con la obligación de divertir a la masa ávida de espectáculo que rodeaba la cancha. Un dribling por aquí, una gambeta por allá, otro caño por más adelante, pagaba con creces a la ovación de los espectadores, niños, mayores, desempleados, borrachos, rateros, prostitutas y algunos vagos, todos muy exigentes, no perdonaban el mínimo error de su ases.

El Chueco, parecía volar por las nubes, tal vez creía ser un semidiós. La ovación de sus seguidores, lo animaba a cometer más travesuras, aunque en seguida una patada artera de un rival enfurecido por la humillación del caño anterior lo traía de retorno a la tierra, como recordándole que no era más que un miserable mortal.

Es huérfano de padre, su madre se fue con otro hombre, desde los 8 años viví de arrimado en casa de un tío alcohólico, le comenta uno de los hombres que miraban desde el alambrado. Ese chico tiene pasta de campeón, puede ser un gran jugador, complementa otro a tiempo que aplaude una jugada espectacular del pequeño malabarista del balón. El muchacho siempre dibujaba una sonrisa en su rostro, sin duda jugar futbol y arrancar sonrisas y lágrimas de emoción de aquellos desdichados que tenían en él a su propio Messi ó Kaká, lo hacían inmensamente feliz. Él no tenia dinero para compartir con sus admiradores solo podía regalarles su talento, esa magia de su pata chueca que hacia olvidar la triste realidad en la que se encontraban él y sus coterráneos. De aspecto miserable, solo esperaba los domingos para volver a cometer mayores travesuras con la pelota. El partido termino, nuestro héroe marco 4 de los siete goles con los que su equipo gano al rival.

La cancha quedo semivacía, Fede se había quedado sentado en una de las gradas cercanas a la puerta, sumido en sus pensamientos no se percato de la hora, de pronto algo llamo su atención, unos chicos cuya edad no superaba los 18 años paso por su lado iban eufóricos, sintiéndose invencibles en esos instantes, unos mas ebrios que otros, llevaban algunas cervezas en las manos. No lo podía creer, eran el Chueco y los chicos del equipo, quienes a esa edad ya andaban en el mundo del alcohol y las drogas; sintió una profunda tristeza por aquel joven, que al parecer no podía escaparle a las malas compañías, tanto talento desperdiciado, tantos chicos con un futuro incierto… ¿Quién se ocupa de ellos?, ¿Dónde están los cazatalentos, si es que los hay en Bolivia? ¿Donde están los que dicen que los niños son el futuro del país?, ¿Por qué nadie de los llamados a protegerlos, lo hace? Empezó a cuestionarse, sintiéndose él mismo incapaz de substraerse de su propia desdicha.



Mientras nuestros dirigentes del “futbol profesional” buscan jugadores fuera del país, excepto los mendigos, borrachos, un bohemio, alguno que otro padre, niños que no tienen pesos para pagarse una entrada a los estadios de futbol disfrutan el espectáculo de los talentos de barrio, que se pierden entre el olvido y las drogas porque nadie se ocupa de ellos.

El sobrevalorar lo foráneo es todavía algo con lo que se tiene que luchar. Los dueños del futbol boliviano olvidan que los más grandes jugadores de futbol, Maradona, Garrincha, Pelé entre algunos, surgieron de los barrios marginales. Y es que cuando no tienes la suerte de haber nacido en cuna de oro aprendes desde muy niño a hacerle gambetas al hambre y la miseria, entonces correr tras el balón se hace una tarea más fácil. ¿Por qué nos cuesta tanto valorar a nuestra propia gente?

Es un homenaje a esos inocentes del hambre y la miseria, a esos que no tienen más diversión que jugar al futbol, a los eternos olvidados, a esos que sueñan con jugar en un equipo profesional.



Por: Bosco Catari Yujra

martes, 3 de mayo de 2011

LA DAMA DE ROJO

Apareciste bajo la lluvia de esa mañana primaveral, caminabas lentamente, indolente a la lluvia que mojaba tu cuerpo, a medida que te acercabas sentí conocerte desde siempre.


Vestías de rojo ardiente, como queriendo calentar aquella gélida mañana… la ropa se te había pegado al cuerpo dejando ver esa perfecta silueta de mujer. Sin poderlo evitar contemple la hermosura de tu cuerpo en todo su esplendor. Supuse que tendrías 25 años…

Misteriosa como una noche oscura, al llegar a tu lado alcance a ver tus ojos claros, y una sonrisa melancólica se dibujo en tus labios. Nos detuvimos sin saber porque, quise decir algo pero mi lengua se había pegado al paladar, me miraste, y sin decir palabra alguna deje volar mi imaginación.
Te apropiaste de mis sentidos, me abrazaste, yo te estreche en mis brazos, y te ame sin siquiera conocer tu nombre… ahí estabas, eras como siempre te había imaginado, como tantas veces te había soñado…¡¡tan tierna, tan bella!! Fueron solo instantes efímeros pero parecieron una eternidad.

Tu mano en mi brazo me devolvió a la realidad, sonreíste levemente y pediste pasar, me había atravesado en tu camino. un tanto avergonzado me hice a un lado y te alejaste como apareciste, caminando lentamente bajo la lluvia… sentí deseos de seguirte y conocer tu nombre, más solo admire la belleza de tu figura alejándose.
Tu caminar lento y suave, tu cuerpo moviéndose al ritmo de la lluvia,  son los únicos recuerdos que hoy perduran en mi mente. Fue una mañana de primavera cuando te encontré, hoy paso los días extrañándote aun sin conocerte.
Eres la silueta de la mujer más hermosa que vi, la mujer que sueño volver a ver. Seguro estoy de que las ninfas mas hermosas del olimpo envidiarian tu belleza natural.

No se si algún día vuelva a verte, no se si cuando lo haga pueda hablarte.
No se si cuando llueva al fin pueda encontrarte, como aquella mañana de primavera, entretanto solo resta esperar la lluvia a ver si asi puedo encontrarte otra vez.

Oh bella dama de rojo, imagino que eres la que me espera al final de este abismo en el que me encuentro,mi amada, mi dama de rojo…
                                                                                                                        Bosco Catari Yujra

jueves, 20 de enero de 2011

"Escobas para volar... perdon para barrer"

Niños trabajadores


Es domingo y los rayos de la aurora emergen para brillar con todo su esplendor. Y es cuando Ernesto más conocido como “El Sibarita” grita de forma entusiasta a través de su altoparlante: “mira señora caballero, estoy liquidando escobas para volar, digo para barrer, para barrer el cuarto, el dormitorio, la cocina (…)”.
Así como Ernesto, algunos trabajan de forma diaria y otros sólo fines de semana, según el tiempo y la necesidad económica que puedan tener. Se trata de gente que vive al día. Pero también irrumpen a las calles para conseguir unos milagrosos pesos, porque las máquinas le robaron su empleo. A veces tienen que trabajar mucho para ganar poco.
La crisis económica familiar hace más difícil el acceso a un puesto de trabajo estable, porque entre los requisitos indispensables es tener una profesión. No hace mucho tiempo atrás se decía que en El Alto de un total de 649.958 habitantes; 434.821 (70%) eran pobres (INE 2002). Estos indicadores de pobreza muestrean las razones por las que muchas personas emprendieron sumergirse en esa actividad laboral. Más allá de que en la actualidad hayan disminuido esos indicadores, muchos prefieren dedicarse a este oficio porque es placentero, liviano y un talento en el arte de seducir compradores.
“… aunque es un trabajo muy sacrificado y cansador es mi única salida para ayudar a mi familia, en otros lados, los salarios son muy bajos, por eso me dedico a este oficio para no depender de nadie”, relataba Rosa M.G. acerca de ese oficio que efectúa los jueves y domingos en la ¡Oh! feria de la 16 de Julio. A diario se puede avizorar en esta joven ciudad, mujeres inactivas. Una de ellas es Marcela Q. (24 años de edad) de rostro dorado y mirada tierna. Ella no se dedica al comercio informal por capricho sino por imperiosa necesidad: “trabajo desde el 2000, vendiendo estos sombreros, pero a veces vendo otra cosa dependiendo de la mercadería. Generalmente me vendo bien, a veces gano 40 a 50 bolivianos al día” decía sosegadamente mientras bebía un fresco de cebada.
Otro caso es la de Juan Torrez, quien afirmó que casi siempre es víctima de una cadena de agresiones verbales y físicas, por los vendedores de puesto fijo y agentes de seguridad privada. “oye levántese por favor de ese lugar, metes bulla, me perjudicas”, recuerda incomodadamente uno de los tratos que recibe en la majestuosa feria 16 de Julio, lugar donde se puede encontrar desde una aguja hasta un automóvil moderno y fantástico.
En esta feria a campo abierto y la más grande de Bolivia y por qué no decir en Latinoamérica, que se desarrolla todos los jueves y domingos se puede contemplar a niños, mujeres, jóvenes y ancianos dedicados en este negocio. En algunos casos, mediante la observación se puede comprobar a muchas señoritas con su bebe en los brazos, vender perfumes, folletos y prendas de vestir sin importar el “que dirán” de sus amigos, familiares y de la muchedumbre. Por lo común, se pueden identificar tres tipos de comerciantes ambulantes: 1) los que tienen un carrito y una alta voz, 2) los que llevan y exponen sus productos utilizando los hombros y manos, y 3) los que sólo tienen una cajita de cartón.
Cualquiera de estos comerciantes, en general, venden según la época del año, capital y posibilidades fisiológicas. Venden desde ganchos hasta chocolate en polvo. Ellos, desde su corta o larga experiencia, ya saben qué es lo que puede salir y qué no. Evidentemente es un mundo donde se interrelacionan asperezas y alegrías, retos y desconsuelos, sueños y esperanzas. Las caracterizaciones de estos personajes sociales son vastas e innegables.
Pero eso no es todo. Podríamos decir que el éxito peculiar de éstos radica en hablar fuerte, ubicarse en sitios estratégicos de mercadeo y en tono apasionado cualquiera sea el medio y tiempo, perpretando guerra publicitaria contra sus competidores, todo a fin de sobrevivir en las leyes del mercado. Lo pernicioso de esta actividad es tener que soportar el clima seco y frió que caracteriza a El Alto, donde vientos constantes castigan a su gente e incluso un pequeño viento inofensivo puede convertirse en un remolino gigantesco que puede hacer volar las calaminas.
El frió en la madrugada o al anochecer es capaz de “congelar hasta las piedras”, pero de día el astro rey es candente que puede carbonizar hasta la niña de nuestros ojos. Empero, también es favorable para que los comerciantes ambulantes empleen toda su artillería discursiva a fin de seducir, embrujar y enardecer a sus compradores que a empujones y gritos desesperados compran sus mercaderías, más aún cuando éstos relucen lo “bueno, bonito y barato”.                  
                                                                                             por * Raul Catari Yujra

viernes, 12 de febrero de 2010

COMERCIANTES AMBULANTES


Es domingo y los rayos de la aurora emergen para brillar con todo su esplendor. Y es cuando Ernesto más conocido como “El Sibarita” grita de forma entusiasta a través de su altoparlante: “mira señora caballero, estoy liquidando escobas para volar, digo para barrer, para barrer el cuarto, el dormitorio, la cocina (…)”. Así como Ernesto, algunos trabajan de forma diaria y otros sólo fines de semana, según el tiempo y la necesidad económica que puedan tener. Se trata de gente que vive al día. Pero también irrumpen a las calles para conseguir unos milagrosos pesos, porque las máquinas le robaron su empleo. A veces tienen que trabajar mucho para ganar poco.

La crisis económica familiar hace más difícil el acceso a un puesto de trabajo estable, porque entre los requisitos indispensables es tener una profesión. No hace mucho tiempo atrás se decía que en El Alto de un total de 649.958 habitantes; 434.821 (70%) eran pobres (INE 2002). Estos indicadores de pobreza muestrean las razones por las que muchas personas emprendieron sumergirse en esa actividad laboral. Más allá de que en la actualidad hayan disminuido esos indicadores, muchos prefieren dedicarse a este oficio porque es placentero, liviano y un talento en el arte de seducir compradores. “… aunque es un trabajo muy sacrificado y cansador es mi única salida para ayudar a mi familia, en otros lados, los salarios son muy bajos, por eso me dedico a este oficio para no depender de nadie”, relataba Rosa M.G. acerca de ese oficio que efectúa los jueves y domingos en la ¡Oh! feria de la 16 de Julio. A diario se puede avizorar en esta joven ciudad, mujeres inactivas. Una de ellas es Marcela Q. (24 años de edad) de rostro dorado y mirada tierna. Ella no se dedica al comercio informal por capricho sino por imperiosa necesidad: “trabajo desde el 2000, vendiendo estos sombreros, pero a veces vendo otra cosa dependiendo de la mercadería.

Generalmente me vendo bien, a veces gano 40 a 50 bolivianos al día” decía sosegadamente mientras bebía un fresco de cebada. Otro caso es la de Juan Torrez, quien afirmó que casi siempre es víctima de una cadena de agresiones verbales y físicas, por los vendedores de puesto fijo y agentes de seguridad privada. “oye levántese por favor de ese lugar, metes bulla, me perjudicas”, recuerda incomodadamente uno de los tratos que recibe en la majestuosa feria 16 de Julio, lugar donde se puede encontrar desde una aguja hasta un automóvil moderno y fantástico. En esta feria a campo abierto y la más grande de Bolivia y por qué no decir en Latinoamérica, que se desarrolla todos los jueves y domingos se puede contemplar a niños, mujeres, jóvenes y ancianos dedicados en este negocio. En algunos casos, mediante la observación se puede comprobar a muchas señoritas con su bebe en los brazos, vender perfumes, folletos y prendas de vestir sin importar el “que dirán” de sus amigos, familiares y de la muchedumbre.

Por lo común, se pueden identificar tres tipos de comerciantes ambulantes: 1) los que tienen un carrito y una alta voz, 2) los que llevan y exponen sus productos utilizando los hombros y manos, y 3) los que sólo tienen una cajita de cartón. Cualquiera de estos comerciantes, en general, venden según la época del año, capital y posibilidades fisiológicas. Venden desde ganchos hasta chocolate en polvo. Ellos, desde su corta o larga experiencia, ya saben qué es lo que puede salir y qué no. Evidentemente es un mundo donde se interrelacionan asperezas y alegrías, retos y desconsuelos, sueños y esperanzas. Las caracterizaciones de estos personajes sociales son vastas e innegables.Pero eso no es todo. Podríamos decir que el éxito peculiar de éstos radica en hablar fuerte, ubicarse en sitios estratégicos de mercadeo y en tono apasionado cualquiera sea el medio y tiempo, perpretando guerra publicitaria contra sus competidores, todo a fin de sobrevivir en las leyes del mercado. Lo pernicioso de esta actividad es tener que soportar el clima seco y frió que caracteriza a El Alto, donde vientos constantes castigan a su gente e incluso un pequeño viento inofensivo puede convertirse en un remolino gigantesco que puede hacer volar las calaminas. El frió en la madrugada o al anochecer es capaz de “congelar hasta las piedras”, pero de día el astro rey es candente que puede carbonizar hasta la niña de nuestros ojos. Empero, también es favorable para que los comerciantes ambulantes empleen toda su artillería discursiva a fin de seducir, embrujar y enardecer a sus compradores que a empujones y gritos desesperados compran sus mercaderías, más aún cuando éstos relucen lo “bueno, bonito y barato”.

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